Como bien sabemos, un abogado va a defender tanto a particulares como a empresas en los diferentes procedimientos judiciales, además de procurar a sus clientes consejos que le puedan venir bien para sus intereses, además de asesorarlos e informarles de cómo van sus procesos. Tanto los emprendidos por ellos, como en los que se puedan ver envueltos. 

Pero al igual que hay médicos que tienen especialidades, también hay abogados. En este caso hablaremos de la figura del abogado penalista. Este abogado presta sus servicios, pero relacionados a las leyes y normas que se recogen en el código penal y lo explicado en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. 

Tener una especialidad, es signo de profesionalidad, ya que el derecho en general tiene tantas ramas, que la mayoría de abogados se especializan para poder garantizar unos buenos servicios, tener unos conocimientos sobre temas más específicos, y no tan generales, hace que el conocimiento sobre el tema elegido sea mayor.  

El abogado penalista tiene una formación más específica sobre este tema, que garantiza más el éxito en cualquier actuación. Normalmente, el Derecho Penal se defiende en la sala, por lo que suelen ser abogados con gran capacidad de oratoria, y rapidez en la argumentación, porque depende mucho de esto el que pueda ganar o no un juicio. 

Las principales funciones de este abogado, son las siguientes: 

  • Defensa: Si es contratado por el acusado por haber cometido supuestamente un delito penal. Entonces deberá reunir información y argumentos para defender la inocencia de su defendido, y poder conseguir de esta forma que se le absuelva, o tenga la menor pena posible. 
  • Acusación: en el caso de que sea contratado por la víctima del delito, de esta manera debe de ver la necesidad y viabilidad para presentar la de nunca, velando por los intereses de su defendido en el proceso y después mantenerlo informado de sus actuaciones. 

Como, en cualquier caso, con independencia de que su cliente sea o no inocente, debe asegurarle la mejor defensa posible. En muchas ocasiones, estos abogados, trabajan también como asesores de empresas, para poder evitar cualquier tipo de delito en este campo. 

Por lo tanto, podemos resumir las acciones de un abogado penalista en las siguientes funciones: 

  • Análisis del cliente y de los testigos. 
  • Asesoramiento al cliente, con la información sobre opciones y diferentes vías legales. 
  • Garantía de la no vulneración de los derechos del cliente. 
  • Estudio y exposición en el juicio oral. 
  • Negociación en caso de ser necesario. 

Aunque en otras ramas de derecho, puedas llevar a cabo todo tipo de trámites y acciones sin la figura de un abogado como tal. En el caso del Derecho Penal, es complicado. La mala praxis en esta materia puede llegar a costarte grandes cantidades de dinero, o incluso en casos graves de prisión. 

Es importante un correcto asesoramiento y en un momento dado, una buena defensa, puede ser un salvavidas para una persona o bien para una empresa. Esta especialización es sin duda, una garantía mayor para un éxito en un delito penal. 

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