Conduce con seguridad bajo la lluvia

Cuando acudas a un taller de cristales para automóviles, recuerda que siempre es importante verificar todos los aspectos necesarios para un viaje seguro. Estos aspectos van más allá de lo relativo a reparar luna coche, también tienen que ver con un correcto tratamiento antilluvia, una revisión de los neumáticos o el recambio del limpiaparabrisas, por mencionar algunos.

Recuerda que la temporada de lluvias varía dependiendo de las diferentes regiones y los tipos de clima que éstas posean. En general, las precipitaciones suelen caer con más frecuencia en la temporada invernal. Sin embargo, también pueden producirse períodos de lluvias intensas a finales del verano o en plena primavera. En cualquier caso, siempre es recomendable tomar las medidas concretas, como pulir faros de coche, para que un viaje seguro bajo la lluvia sea completo en todo ámbito.

A continuación encontrarás algunas recomendaciones útiles para que tengas un viaje sin contratiempos al volante.

Consejos para conducir con seguridad durante una lluvia

Corrobora el estado del limpiaparabrisas

Si vas a un taller de cristales para automóviles es probable que el personal también verifique el estado del limpiaparabrisas. A menudo, pasamos por alto los elementos más prácticos y esenciales de un coche, así como los más visibles y evidentes como por ejemplo reparar luna coche, lo que puede llevar a que no funcionen correctamente cuando más los necesitamos. 

En este aspecto, un limpiaparabrisas en buen estado no solo ayudará a mejorar la visión, sino que además no correrás riesgo de que sus hojas desgastadas dañen el cristal del coche. Eso sí, si la lluvia es demasiado intensa, lo mejor es disminuir la velocidad.

Aplica un tratamiento antilluvia

El tratamiento antilluvia, el cual consiste en una película hidrofóbica puesta sobre el parabrisas, es una excelente opción para disipar el agua, el agua nieve o la nieve que cae sobre el parabrisas. A medida que conduces estos elementos irán resbalando por el parabrisas con más o menos rapidez dependiendo de la velocidad a la que vaya el coche. 

Mantén la distancia adecuada

La prudencia en el camino es un elemento que siempre conviene recordar. En momentos de lluvia torrencial, la visión disminuye y el agua sobre el cristal deforma la realidad, por ende, la sensación de distancia también puede estar distorsionada.

Considera pulir los faros del coche

Si vas a conducir de noche es importante que tengas los faros limpios y en buen estado. Esto se vuelve aún más necesario si nos encontramos con un buen chubasco en plena noche. Por eso, si vas hasta un taller de cristales para automóviles, recuerda que pulir faros de coche es una excelente idea para mejorar la visión, no solo de noche, también durante los meses de invierno donde hay menos luz durante el día.

Revisa el estado de tus neumáticos

Antes de realizar un camino por carretera es importante revisar el estado de las ruedas. Durante una lluvia torrencial, las carreteras suelen quedar resbaladizas, provocando que la conducción se vuelva riesgosa. En muchas ocasiones, las ruedas del vehículo patinan puesto que no se produce fricción.

Alerta a las señaléticas

Cuando conduzcas por carretera, recuerda estar pendientes de las señaléticas. Durante o tras una lluvia, muchos caminos se vuelven resbalosos, sobre todo los que están en pendiente. Además, si vas a una velocidad elevada por una carretera con curvas, cabe la posibilidad que no alcances a frenar, pudiendo acabar en accidente.

Disminuye la velocidad

Como se ha dicho antes, si la lluvia es intensa y persistente al punto que ni siquiera el limpiaparabrisas resulta efectivo, lo mejor es disminuir la velocidad de manera paulatina para que el vehículo que está detrás pueda advertir este cambio en la velocidad. 

Al disminuir la velocidad, también estarás evitando que tus llantas se llenen de agua cuando el vehículo pase en medio de un charco. Este punto es de suma importancia, puesto que las llantas llenas de agua son reticentes a la fricción contra el suelo. Si esto ocurre, es posible que pierdas el control del vehículo al frenar, lo que podría acabar en accidente.

Por último y no menos importante, si conduces por la ciudad, también es necesario que disminuyas la velocidad cuando hay personas esperando el cambio de luz del semáforo, cruzar la calle o en la parada de buses. Para nadie es agradable que un coche a toda velocidad los deje como patitos recién bañados.