Cuando se acerca el verano se empiezan a recibir ingresos en los hospitales de personas que sufrieron alguna lesión traumatológica o accidente por “zambullida”, debido a caídas accidentales o precipitaciones al agua, ya sea en el mar, río, o en la piscina. En España suelen producirse desde los meses de mayo hasta octubre. Además, se registran otros chapuzones inapropiados por precipitación a fuentes tras un partido de fútbol o simplemente para refrescarse en verano.Cuando se acerca el verano se empiezan a recibir ingresos en los hospitales de personas que sufrieron alguna lesión traumatológica o accidente por “zambullida”, debido a caídas accidentales o precipitaciones al agua, ya sea en el mar, río, o en la piscina. En España suelen producirse desde los meses de mayo hasta octubre.

Las zambullidas suelen dejar importantes secuelas por tratarse casi en el cien por cien de los casos de lesiones completas, cervicales (tetraplejias). Gracias a campañas preventivas hemos visto reducir, afortunadamente, año tras año, la incidencia de las mismas.

Es importante tener en cuenta varias cosas para evitar accidentes de este estilo, primeramente se debe explorar el lugar del baño y más cuando uno se va a tirar de cabeza, pues hay personas que de un año a otro se precipitan en el mismo lugar sin pensar que el fondo marino cambia debido a las mareas y lo que el año anterior tenía bastante profundidad, actualmente puede haberse convertido en un bancal de arena donde uno se fracturará la cabeza (cuello) si se intenta zambullir de cabeza.

Estamos cansados de ver a personas tirándose de cabeza a piscinas donde casi no hay profundidad. Los socorristas, que están instruidos y avisados, suelen estar pendiente de ello. Muchas veces no es la persona que se sumerge la que se lesiona, sino algún adulto o niño sobre el que se precipitó algún bañista imprudente.

Lesiones deportivas

Con el amplio abanico de deportes acuáticos como el windsurf, la vela, la moto de agua, o nuevos como el paddle surf o kite surf, se amplia el repertorio de actividades acuáticas de riesgo. Seguro que muchos buzos habrán notado alguna vez una tabla a punto de golpear sus cabezas o simplemente presenciado alguno de estas lesiones deportivas. Aunque en muchas playas se prohíba la práctica de estos deportes, es recomendable extremar las precauciones porque siempre hay deportistas que no cumplen las normas.

Otra manera de contraer lesiones es debido a los golpes que pueden producir las olas. Es cierto que el baño con olas puede ser muy entretenido pero siempre es mejor prevenir que lamentar.

Las lesiones más habituales causadas por las zambullidas afectan a brazos y piernas que, dependiendo del impacto, son irreversibles.

Este tipo de traumatismo afecta de manera predominante a hombres de entre 15 y 30 años que, impulsados por una falta de prudencia, saltan en lugares peligrosos produciéndose graves consecuencias para su salud.

En definitiva, seguir unas normas de sentido común y una mayor concienciación de los peligros que suponen las zambullidas puede prevenir este tipo de accidentes más habituales durante la temporada de verano.