Normalmente cuando vamos a disfrutar de un día de senderismo, nos ocupamos de preparar tanto la ropa, como la bebida, en numerosas ocasiones también estamos pendientes de llevar protección solar o un abrigo, pero, cuántas veces nos pensamos a pensar si los pies los estamos cuidado debidamente. Si nunca lo has pensado en ello, aquí te vamos dar una serie de consejos para que tengas los pies en perfecto estado, y no te amarguen una buena caminata.  

Para empezar, vamos a hablar de una correcta elección del calzado. Si vas a hacer una ruta, por alguna zona montañosa, siempre es mejor elegir unas buenas botas, que nos ajusten bien a la pierna y nos eviten torceduras y que tengan una buena suela, para que pueda amortiguar los impactos de las piedras. Cuando queremos un calzado para hacer deporte, debemos de pensar en elegir uno que sea dos números mayores de los que normalmente utilizamos, para poder meter un buen calcetín que recoja el sudor, y que tanto en las subidas, pero sobre todo en las bajadas, las puntas de nuestros dedos y las uñas no se veas castigadas. 

Es de vital importancia, pero de un trabajo constante, el mantener los pies hidratados. De esta forma es más complicado que nos salgan rozaduras o ampollas, por la fricción. Es por eso que te recomendamos que te apliques crema todos los días y si ésta tiene urea mucho mejor. También puedes utilizar vaselina pura, para el día de la actividad tener aún más protegido el pie y que de alguna forma resbale y no pueda rozar en exceso la piel. Evidentemente, si tienes un dolor a mitad de la caminata es importante que pares y compruebes que le pasa a tu pie o a su piel, y que, en caso de aparecer alguna rojez, pongas una tirita o un vendaje y de esta forma no genera aún más rozadura. 

Elige unos calcetines que sean para deporte, olvídate de que sean los más bonitos. Lo importante es que sean transpirables, sin costuras, y a poder ser antideslizantes. Y en el caso de que te suelen sudar mucho los pies, lo mejor es que lleves un recambio.  

Otra recomendación es que no estrenes nada el día de la ruta, ni la ropa, pero mucho menos el calzado o los calcetines, para que no puedan apretar, o rozarte, más de lo normal. Siempre es ideal que el calzado lo hayas utilizado varias veces, para que estés acostumbrado a él, pero pasa lo mismo con los calcetines, sin ir más lejos. 

Ten especial cuidado si durante la ruta se te mojan los pies, Porque puede fomentar la aparición de rozaduras, así como si se prolonga en el tiempo y no las secas debidamente pueden aparecer hongos.  

Procura, además de llevar agua, de llevar alguna tirita o vendaje para que, en caso de necesitar tener una pequeña cura o una prevención, tengas con qué. 

En fin, son pequeños detalles, que marcarán que pases un día estupendo de senderismo, o bien que te amargue e incluso tengas que acudir al podólogo. Y si vives en la capital de España, te recomendamos esta Clinica Podologica Madrid.

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