Bengalas, incendios, megayates garreando sobre praderas de posidonia, rusos modificando el paisaje natural a golpe de billetes… Por desgracia, este es un verano que ha dado de sí en cuanto a degradación del medio se refiere en Ibiza y Formentera. No solo eso. También en cuanto a comportamientos totalmente irracionales e incívicos que ponen de manifiesto, una vez más, la baja calaña que puede llegar a tener la condición humana, pudiente o no. Imaginad por un momento que podemos darle al forward y avanzar 15 años. Nos encontramos con Ibiza y Formentera sin posidonia ya, el atractivo de las aguas azules y cristalinas desvanecido por completo. ¿Dónde estaran los megayates entonces? ¿Y el dinero? Esto es lo que nos espera si no frenamos el turismo masificado y en especial el de lujo.

Turismo de lujo, el más peligroso

Al turismo masivo, ese que se instaló hace décadas en las Pitiusas y que ya está suficientemente exprimido, hay que sumarle el turismo de lujo en Formentera. ¿A cuál peor? Realmente ambos sin control son muy peligrosos pero sin duda hay uno que ataca directamente al corazón de las Pitiusas o, más bien, a su pulmón.

El turismo de lujo es el que llega en barco. El que se instala y fondea ilegalmente. Es el que aniquila metros y metros de posidonia oceánica con garreos descontrolados. El que, aburrido de ser rico, lanza bengalas y acaba quemando un paraje natural único en el mundo como Espalmador. El desgarro de algo tan valioso como la posidonia solo puede hacerse en barco. Y a este comportamiento hay que sumarles otros que le acompañan como los vertidos de basura al mar; en definitiva, que a más barcos más mierda generada. Y oigan, que es muy triste estar en Illetes y no poder ver el horizonte.

Un turismo de lujo que, por lo visto, es un engaño. Si es que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Este turismo es mucho más caro de lo que nos aporta. Infinitamente más caro. Tan caro, que se está cargando el medio que nos rodea. Que no nos vendan la moto: este tipo de comportamiento hoy está totalmente permitido.

Sin embargo, está más que demostrado que el garreo de las embarcaciones que fondean ilegalmente en Formentera es una de las principales causas de aniquilación de posidonia oceánica. Cada año tenemos casos de barcos de más de 50 metros de eslora que se pasan por el forro las praderas de posidonia. ¿Quién toma medidas? Nadie.

Administración blanda, incompetente, irresponsable

Las sanciones por fondeo ilegal sobre posidonia acostumbran a ser de 500 € o menos. Así lo admitió recientemente la conselleria de Medi Ambient. Nos parece ridículo. Creer en la efectividad de las sanciones económicas de este importe a la tripulación de un Triple Seven o un Maridome es tener un nivel de incompetencia e irresponsabilidad brutales. A nosotros nos avergüenza. Con este importe en gasoil un yate de 50 metros de eslora no sale ni del puerto de Ibiza. Vamos hombre.

Sanciones ejemplares a largo plazo es lo que necesita la isla:

  • Si se opta por el modelo de sanción económica que la multa sea de 100.000€ como mínimo. Se montará un escándalo al primero que le toque, pero lo más probable es que el siguiente verano no haya ningún fondeo ilegal. Señores, la posidonia no tiene precio.
  • Precintar los yates infractores y bloquearlos en el puerto. Más allá de la sanción, hace falta el aprendizaje. ¿Qué mejor lección que la de retener a un barco infractor? Acabas de destrozar parte del ecosistema de Formentera, así que de patitas al puerto porque no te voy a permitir navegar en 10 días.
  • Abrir expedientes a yates y tripulaciones para perseguir la reincidencia. Quienes repitan, sean barcos o tripulantes, sanciones más ejemplares: juicios, suspensión de amarres, retirada de titulaciones, …

De hecho, volviendo al tema de las sanciones, la ley 42/2007 del Patrimonio Natural y Biodiversidad establece en su artículo 80 que «la alteración de las condiciones de un espacio natural protegido mediante ocupación, roturación, corta, arranque u otras acciones» es una infracción que está tipificada como «grave», cuyas multas, según el artículo 81, han de oscilar entre los 3.001 euros y los 200.000. Más info aquí.

Y Migjorn en peligro

Una de las praderas de posidonia mejor conservadas en Formentera, más extensa y más rica es la de Migjorn. Así lo confirma Manu San Félix, una de las personas que mejor conoce el entorno natural de Formentera y sobre todo el estado de las praderas de posidonia por su tenaz trabajo y dedicación a la causa de su conservación.

Actualmente existen muchos más fondeos de grandes embarcaciones en el área de Migjorn. Sencillamente se aplica la condición humana: aburridos de un lugar ya masificado como la zona de Illetes, los barcos tienden a buscar más tranquilidad al sur de la isla, en Migjorn. Esta tendencia ha puesto las alarmas pues como hemos comentado Migjorn guarda la pradera de posidonia más extensa y rica de la isla.

Sin respeto

Hemos señalado directamente a las autoridades porque sencillamente son las responsables de que hoy por hoy en las Pitiusas se viva sin respeto por el medio ambiente permitiendo su destrucción. La no protección de un entorno tan bello como frágil nos parece un acto de tal irresponsabilidad que no nos cabe en la cabeza.

Hoy por hoy el riesgo que vemos es suficiente como para que la UNESCO declare las islas en un Patrimonio Mundial en Peligro. Algo que pondría en evidencia algo que ya es una realidad: la administración no es capaz de proteger y conservar un patrimonio medioambiental como el de las Pitiusas. Ahora mismo nos lo estamos mereciendo.

¿Todo por dinero?